Si alguien quisiera nombrar
la mayor revolución acaecida en los primeros años del siglo XXI, no cabe duda
que acertaría al nombrar a Internet. Si “la red” existía desde mucho tiempo
antes del año 2000, es en estos últimos 10 u 11 años que su desarrollo no solamente
en usuarios sino en perfeccionamiento de sus herramientas, ha copado el mundo
de la información y, paralelamente, complementariamente, el de la
educación. Al divulgar y popularizar la
comunicación interactiva entre sus usuarios, Internet ha llegado a formar parte
total de la vida de miles y millones de personas, ofreciendo tal cantidad de
información sobre todos los temas posibles, que no se piensa ya en investigar
primero en bibliotecas o archivos, sino en los “buscadores” de Internet.
Desde la perspectiva
educativa, no cabe duda de que Internet es pos su volumen y diversidad una
valiosísima fuente de conocimiento, convirtiéndose en un poderoso recurso
didáctico a emplear. Sin embargo, respecto a los sistemas educativos a
distancia, Internet adquiere una gran relevancia no sólo como almacén de
conocimiento, sino como sistema de comunicación global con características
espectaculares. También debemos destacar las posibilidades que el uso de estas
tecnologías nos brindan de cara a la motivación de los alumnos, al ofrecerles a
éstos, entornos amigables de aprendizaje que se muestran como eficaces. (1)
a) Interactividad
total, próxima e inmediata.
b) Selección
y recuperación inteligente.
c) Democratización
de la información masiva.
d) Herramienta
de aprendizaje.
e) Igualdad
de oportunidades en la comunicación.
f) Potenciación
de la comunicación por escrito.
g) Desarrollo
de habilidades de carácter colaborativo.
A estas cualidades,
responden, según Collis, ciertas posibilidades formativas:
Ø Acceso
personal y directo a la información.
Ø Autonomía
del proceso de aprendizaje en cuanto al ritmo, profundidad y dirección.
Ø Desarrollo,
entre otras, de la capacidad creativa de la persona con atractivos entornos y
herramientas de creación.
Todo esto concurre a que los
sistemas de educación a distancia hayan buscado y encontrado en Internet, una
fuente de nuevas prácticas y muy prontas, de nuevas herramientas, cada vez más
versátiles, más accesibles y más flexibles.
Internet no es la única
“nueva tecnología” que brinde facilidades para la educación, pero es hoy la de
mayor impacto y difusión. Antes de Internet, otras herramientas trazaron
camino, abriendo el paso de alguna manera, al uso que en la actualidad se da a
las NTIC en el ámbito educativo. (2)
BIBLIOGRAFÍA:
1. GARCÍA
ARETIO, L. La educación a distancia. De la teoría a la práctica. Barcelona: Ariel, 2002.
2. COLLIS, B. Tele-learning in a digital world. Londres: International
London Press, 1996.